Los skinheads neonazis o boneheads aparecen masivamente en Rusia a mediados de los 90, tras la caida del comunismo, y aumentan su número y actividad como consecuencia directa de la crisis del 98. En este momento surgen numerosos grupos nacionalistas y de extrema derecha con importante apoyo de sectores juveniles atraidos por mensajes populistas y por los graves problemas economicos y sociales que atraviesa el pais.
Rusia cuenta con un importante calado xenofobo entre su población. Los boneheads y hooligans de extrema derecha acuden habitualmente a los actos de los grupos antifascistas y anarquistas para atacarlos, lo que, unido a cierta impunidad policial y simpatia local del que gozan, han creado un clima insostenible. Además existen decenas de partidos, con mayor o menor fuerza política, que los respaldan.
Se calcula que ha habido entre 2003 y 2008 unos 400 asesinatos a manos de neonazis en todo el pais, ya sean inmigrantes, indigentes, antifascistas, gays, periodistas o izquierdistas en general. Lamentablemente, la Rusia que acabó con el ejercito nacionalsocialista alemán y que tan duramente fue castigada por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, acoge a practicamente la mitad de los boneheads que existen en el mundo, según calculos realizados en diferentes estudios. Principalmente jovenes eslavos preparados, entrenados y con apoyo económico.
Ante esta amenaza, el antifascismo ruso a visto la necesidad de la autoorganización y el enfrentamiento. No se trata de un problema de peleas entre jovenes o hooligans rivales como el gobierno y la policia se empeñan en presentarlo. Es una lucha política real que exige compromiso y altas dosis de corage por parte de los activistas.
De esta forma han surgido diferentes maneras de entender esa confrontación que, a menudo, también están enfrentadas entre sí. Por un lado un activismo "moderado", protagonizado por ONG´s y otras asociaciones que busca la concienciación del problema a través de movilizaciones, presta apoyo jurídico e intenta la implicación de las autoridades. Y por otro lado un activismo "radical" de base que busca la organización autonoma de los propios antifascistas, y cuyo escenario principal se desarrolla en las propias calles. En un principio como metodo de autodefensa, en eventos, conciertos... finalmente ha supuesto un acoso a los neonazis en sus propios barrios y eventos, siendo usuales los enfrentamientos con estos de forma directa. Todo ello ha hecho que el fuerte empuje neonazi en el pais que tuvo lugar hasta el año 2008 sea frenado, incluso en algunos casos erradicado convirtiendo al antifascismo autonomo en una fuerza política real a tener en cuenta. Por otra parte, en un pais donde las altas esferas políticas estan plagadas de corrupción y las conexiones de gobierno con mafia y extrema derecha son claras, ha supuesto la persecución de los activistas ya que, en Rusia se reprime duramente cualquier movilización política autónoma y cualquier forma de actuación que se entienda supone un cuestionamiento de las autoridades. De hecho, se ha convocado entre el 16 y el 18 de marzo un día de acciones coordinadas a nivel global, más alla de Rusia, tras organizarse un montaje policial alrededor de cinco jovenes de la localidad Nizhny Nóvgorad, acusados de organizar una asociación ilegal para instigar el odio y de atacar a mienbros de extrema derecha de la localidad. Dicho grupo al que pertenecen los jovenes no es otro que el RASH, colectivo de skinheads rojos y anarquistas. (Para más información sobre este tema: aquí, aquí y aquí.)
Valga estas líneas como un recuerdo para los asesinados a manos de los cabezas huecas neonazis como NIkita Kalin, antifascista de 20 años muerto el 9 de febrero de 2012, Ivan "Vania Kostolom" Khutorskoy, conocido activista anarcoskin asesinado a tiros en la puerta de su casa en 2009, la periodista anarquista Anastasia Baburova, asesinada en 2008 junto con el abogado Stalinslav Markelov, el antifascista Konstantin Lunkin Riazon en 2010, el joven Alexy Krilov, Timur Kacharova, Alexander Ruhin, Feodo rFilatov, Dimitry Kashitsyn, Ilya Borodnenko... y tantos más.
El documental Actitud antifascista, del 2009, de producción propia y libre circulación, intenta dar una aproximación a la situación y desarrollo de los grupos antifascistas rusos desde sus distintas interpretaciones, centrandose en tres ciudades en particular: Moscú, San Petersburgo y Irkutsk.
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