El aumento de tarifas en el autobús metro y trenes de la ciudad brasileña de Sao Paulo ha provocado una tercera protesta masiva en la ciudad que ha vuelto a finalizar con fuertes enfrentamientos entre manifestantes y policía.
Las protestas convocadas por el Movimiento Passe Liure apoyados por grupos libertarios y de la izquierda extraparlamentaria comenzó el pasado 6 de junio tras el anuncio de las subidas en todo el trasporte público anunciadas por el alcalde de la ciudad.
En esa ocasión 2000 personas convocadas por las redes sociales se enfrentaron en el centro de la ciudad a la policía provocando numerosos incendios y la invasión de la estación central donde varios autobuses quedaron seriamente dañados.
Desde entonces otras dos nuevas jornadas, el 7 y el 11, se han convocado con idéntico resultado. En la última de ellas el número de personas ya ascendía a 15000 y los disturbios, que se están extendiendo a otras localidades como Río de Janeiro, duraron más de seis horas.
Hasta el momento el balance es de decenas de autobuses dañados, varios bancos saqueados y algunas estaciones de metro completamente destruidas, además de decenas de detenidos y numerosos heridos, muchos de ellos policías.
Manifestantes en Sao Paulo.
Estas protestas se unen a las que la población turca continua protagonizando desafiando la represión policial y que tienen ya un balance de más de 5000 heridos, 3 personas asesinadas y miles de detenidos.
Anarquistas en las protestas turcas.
Así como a las siete jornadas consecutivas de enfrentamientos con la policía llevadas a cabo a finales de mayo por jóvenes de la periferia de la ciudad sueca de Estocolmo a raíz del asesinato de un inmigrante a manos de la policia En un país emblema del estado del bienestar los incendios provocados por pandillas espontaneas y los enfrentamientos con la policía han puesto sobre el tapete de una vez la diferencia de ingresos entre las clases media y baja suecas y la estigmatizan que supone el hecho de vivir en el extrarradio frente a los habitantes del centro de la capital.
En todos los casos hay que destacar la petición de buena parte de las clases medias y altas exigiendo mayor contundencia policial así como la participación de grupos de extrema derecha colaborando estrechamente con las fuerzas del orden y enfrentadose a los manifestantes.
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