El 9 de noviembre de 2014, en Kulikovo Pole en Odessa, frente a la
Casa de los Sindicatos donde la alianza ultraderechista y proeuropea ucraniana quemaron y asesinaron a 48 personas el 2 de mayo de 2014 amaparados por el silencio, apoyo y complicidad de las democracias occidentales, los antifascistas de esa ciudad organizaron un acto en el que se recordó a los antifascistas españoles y a Carlos Palomino, asesinado en Madrid el 11 de noviembre de
2007.
Una vez más queda patente que el antifascismo revolucionario no entiende de fronteras ni de patrias y que el espiritu solidario y la unidad se forjan precisamente en su carazter internacionalista y combativo.
Muerte al fascismo!
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